Geopolítica y religión en Medio Oriente

Introducción
Medio Oriente es una región atravesada por diversas problemáticas, tanto internas como externas, que refieren a numerosas cuestiones y que pueden verse desde distintas perspectivas. Debido a la complejidad de la situación, resulta oportuno analizarlas teniendo en cuenta los siguientes cuatro aspectos:

Geografía

Oriente Medio es un punto estratégico del planeta Tierra, por lo que es una región muy importante en la geopolítica mundial. El fuerte interés que existe sobre esta zona tiene varios motivos. Para empezar, las reservas de petróleo son un recurso estratégico que abunda en Medio Oriente, lo que le otorga una gran importancia económica. Asimismo, esta región es históricamente la “puerta a Asia”, es decir, el punto que une Occidente con Oriente como consecuencia de su ubicación geográfica. Al mismo tiempo, locaciones como el Canal de Suez y las tuberías de petróleo en Siria, resultan estratégicas, al brindar mayor poder y beneficios económicos a quien los controle.

El término “Oriente Medio” fue utilizado por primera vez en 1902 para referirse a una zona localizada alrededor del Golfo Pérsico. Asimismo, a partir del Acuerdo de Sykes-Picot, firmado por la Triple Entente en 1916, se definieron los límites dentro de la región de Medio Oriente y aquellas zonas que quedarían bajo la influencia de Gran Bretaña, Francia y el Imperio ruso. El área controlada por los británicos correspondía a la región que se extiende desde el Mediterráneo central hasta el subcontinente Indio y a las fuerzas militares enviadas allí llevaban el nombre de “Comando Oriente Medio”. 

División del territorio en 1916. En naranja la zona británica y azul la francesa

Por otra parte, el término de “Medio Oriente” en sí resulta polémico para quienes habitan la región, ya que, por ejemplo, los nacionalistas árabes lo interpretan como una etiqueta que busca romper con la “patria árabe”.

Asimismo, el Acuerdo Sykes-Picot determinó la división de la región medio oriental tras la caída del Imperio Otomano, de modo que, está íntimamente relacionado con la discusión respecto de la verdadera extensión geográfica de Medio Oriente y sus límites. Por tanto, “la delimitación de esta región es casi tan delicada en su consideración como una unidad real en términos político-estratégicos”. (Mehmet,2011, p. 103). 

En este sentido, las lecturas que surgen en cuanto a su definición geográfica son: la integración o no de Turquía, Afganistán, Libia dentro de la región, así como el norte de África (el cual tiene fuertes conexiones sociales y culturales con los países que integran la misma). A su vez, el “núcleo” de esta zona, está integrado por Turquía, Irán, Israel, Egipto y los Estados Árabes. Finalmente, hay que trazar la diferencia entre “el mundo musulmán” y Oriente Medio. Si bien este último es el centro del reino islámico, dicho término abarca más allá de la extensión geográfica que supone. Es decir, el reino islámico es un concepto de carácter cultural, por tanto, también abarca comunidades que se encuentran fuera de la región

Economía

En verde, los centros de extracción y tuberías de petróleo y en rojo, los de gas

Como se mencionó previamente, Oriente Medio es una región en la que el petróleo es muy abundante, lo cual le otorga una gran relevancia en cuanto a la geopolítica mundial, puesto que él mismo es un recurso estratégico que resulta muy importante para diversas actividades económicas, principalmente debido a que una modificación en su precio altera también el de los combustibles utilizados en el transporte de otros productos.

La relación de Estados Unidos con la región es un caso particular, pues desde los años 40’s depende del petróleo extraído de Medio Oriente, por lo que ha buscado expandir su influencia dentro de la zona.

No obstante, desde comienzos del Siglo XXI, China comenzó a ser una gran amenaza para la hegemonía estadounidense mundial. Por lo tanto, E.E.U.U se vio obligado a aumentar su influencia en los territorios de Asia Oriental, pero no sin antes disminuir su presencia en Oriente Medio (lo cual se dificultaba por la dependencia americana frente al petróleo de Medio Oriente). Sin embargo, la situación cambió cuando se comenzó a utilizar un nuevo método de extracción de hidrocarburos mucho más efectivo, llamado fracking.

Es posible identificar tres diferentes etapas en cuanto a las decisiones que tomó Washington. La primera es la de Bush, en la que había un gran intervencionismo; la segunda es la del gobierno de Obama, que comenzó la retirada progresiva de los Estados Unidos de la región, cuando los precios del petróleo eran muy altos y la actividad petrolera estadounidense estaba en auge. Obama buscaba lograr concretar distintos acuerdos con el objetivo de poder retirar distintas bases militares lentamente. Sin embargo, este distanciamiento por parte de los americanos resultaba perjudicial para los conflictos internos existentes en la región (los grupos de liberación y diferencias entre sunitas y chiitas). Por consiguiente, Arabia Saudita optó por intervenir con el fin de evitar esta retirada. Para ello, aumentó su producción de petróleo para lograr bajar su cotización en el mercado, siguiendo la ley de oferta y demanda. La medida fue un éxito, y los precios bajaron. Diversas petroleras norteamericanas quedaron al borde de la quiebra, lo que significó una gran amenaza para el sistema bancario, ya que este les había otorgado grandes cantidades de crédito. Como consecuencia, Obama debió dar un paso atrás. Finalmente, se encuentra la tercera etapa, que es durante la presidencia de Donald Trump, quien desea mantener la alianza con Arabia Saudita e Israel pero haciéndolos pagar por su seguridad. Además, gracias al fracking Estados Unidos compra mucho menos petróleo en la zona, lo que generó una caída en el comercio entre E.E.U.U y Oriente Medio. Por otro lado, esto último dio lugar a que China se convierta en un gran socio comercial.

Política y religión

La religión, cultura y tradiciones cumplen un rol fundamental y sagrado dentro de estas sociedades. Así, podemos encontrar una gran diversidad étnica y cultural dentro de este área.

El Islam por su lado es la corriente religiosa predominante en Medio Oriente. Dentro de ella, podemos destacar dos grupos: Chiitas y Sunitas. Esta fragmentación interna se remonta al año 632, tras la muerte del profeta Mahoma. Se origina un debate en relación a quién debería ser otorgado el derecho de liderar a los musulmanes. Por un lado, los sunitas querían escoger al próximo líder; mientras que, los chiítas proponían que el poder debía pasar al primo y yerno de Mahoma, Alí. Si bien ambas ramas han coexistido por siglos compartiendo muchas creencias y prácticas, continúan manteniendo importantes diferencias en materia de doctrina, rituales, leyes, teologías y organización.

Mapa de influencia, en gris los suníes y en amarillo los chiítas

Como estuvimos analizando, Medio Oriente es una zona clave respecto a su valor dentro del contexto global. Asimismo, es una zona de gran inestabilidad política, económica, social, religiosa y cultural. La participación de las potencias se ve favorecida ante la necesidad de hallar estabilidad, constituyendo un rol muy importante dentro de los territorios.

A lo largo de la historia, como ya vimos, estados regionales e internacionales intentaron rediseñar la región. Esta situación llevó al descontento de varios sectores de la sociedad árabe. Como plantea el autor Enrique Herszkowich, los llamados “grupos de liberación” se basaron en el islam como un factor de identidad, un medio movilizador y de legitimidad. De esta manera, se manifiestan a través del símbolo de la resistencia contra los opresores (“los invasores”). Su discurso se basa exclusivamente en la religión, permitiendo aglutinar diferentes colectivos superando las barreras nacionales, étnicas, de clase,etc.. Por ejemplo, Al-Qaeda o ISIS.

¿Qué fenómenos impulsaron la consolidación de estos grupos? En primer lugar, la Revolución Iraní (1989) fue un movimiento que agrupó a diferentes estratos de la sociedad, con diferente intereses, con el objetivo de derrocar la monarquía del Sha. Se estableció así un nuevo régimen democrático con división de poderes, control de los candidatos y las leyes por consejos religiosos: la República Islámica. A partir del triunfo de la Revolución Islámica, fueron múltiples las organizaciones de oposición, en gran parte del mundo árabe, que tomaron de ella el lenguaje islámico y la vía militar para enfrentar a sus enemigos.

Otro ejemplo es la Primavera Árabe (2011), un movimiento que reunió extensos grupos en clamor de la democracia y los derechos sociales.

Otras cuestiones: Derechos Humanos y relación de dependencia

Si existe alguna forma de describir a la intervención extranjera en la región, podríamos decir que es bastante controversial por diferentes motivos.

Para comenzar, el Acuerdo de Sykes-Picot, como ya se mencionó previamente, fue un tratado que repartió el territorio de la región entre dos de las potencias europeas más importantes estableciendo varios de los límites geopolíticos que aún persisten en la actualidad. Por esa misma razón, se lo considera un desconocimiento completo de los intereses y posturas de los propios pueblos de la zona, sin tener en cuenta la diversidad cultural allí presente. Esto da lugar a una inmensa cantidad de refugiados, desplazándose en una zona tan conflictiva sin destino alguno y dando lugar a una importante Crisis Humanitaria.

Este es uno de los principales motivos por los que se da un fuerte sentimiento de rechazo a Occidente, claramente incrementado por la llegada de Estados Unidos a mediados de siglo, una potencia que vino a aprovecharse del petróleo y la mano de obra barata presente en la región y, por consiguiente, estableciendo una relación de dominación con los Estados.

Sin embargo, aquí hay dos cuestiones a considerarse. Por un lado, la intervención norteamericana no puede ser analizada únicamente desde una perspectiva económica. Otra razón relevante es una presunta violación de los derechos humanos, llevada a cabo más que nada por los propios grupos radicales o de liberación, muchos de los cuales también son considerados como grupos terroristas que buscan imponer y expandir el Islam a lo largo y ancho del mundo.

Por el otro lado, ¿qué pasaría si EEUU se retirara completamente del Medio Oriente? No podemos decir que Estados Unidos ingresó “a la fuerza” a los territorios de los países. Los Estados allí presentes carecen de la tecnología necesaria para hacer provecho del petróleo, y por esa misma razón, para ser parte del mercado mundial requieren de la intervención de un país central que sí pueda proveerla. A esto debemos sumarle que las bases norteamericanas contribuyen en gran medida a mantener (dentro de lo posible) el orden y la estabilidad sociopolítica, enfrentándose a grupos como el Estado Islámico o los Talibanes.

Entonces aquí ya podemos hablar de una contradicción. Los Estados reclaman verse sometidos al poderío y al codicioso neocolonialismo de los Estados Unidos, pero sin ellos no sólo no pueden extraer recursos ni ser parte del mercado, sino que además podrían desatarse graves conflictos en la región, incluso a tal punto de llegar a una gran guerra civil.

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